Envío GRATUITO

Escultura Niño: “Yo quería tener… una Cap i Pota” Niño vestido de Pikachu

500 

“Yo quería tener… una Cap i Pota” Niño vestido de Pikachu
Rafael Laureano ha creado una serie de capipotas respetando la iconografía y ciertos grafismos pero adaptándolo a su estilo, transportándolas al siglo XXI pero sin perder la esencia tradicional de su factura. Su concepción: para ser expuestas tal y como están o bien para ser revestidas, como piezas de arte o imágenes de culto. En la estancia expuesta, todas las miradas se dirigirán hacia la pieza.
Una vez más, Rafael, a algo tan cotidiano como eran las imágenes de devoción doméstica les ha dado ese punto “laureanista” como homenaje, agradecimiento y recuerdo de las que tuvieron un papel destacado en la decoración y devoción de cada casa.

Hay existencias

“Yo quería tener… una Cap i Pota” Niño vestido de Pikachu
34cm alto x 14 cm ancho x 18 cm profundidad
Está realizado casi en su totalidad en terracota (barro cocido). Excepto los atributos que han sido modelados en pasta de celulosa.  Esmalte, acrílico, óleo, resina, madera, dorado y barniz.

En la obra de Rafael Laureano, cultivada y trabajada a lo largo de los años, nos ha sorprendido con diversas series en su variopinta producción, dando importancia y poniendo en valor elementos domésticos y cotidianos al alcance de todos, pero dándole una visión propia y personal. Marcos, globos de gas, banderitas de feria... Rafael acoge, construye, deforma, actualiza, descontextualiza estos elementos imprimiéndole un carácter prioritario en su obra.

Las “cap i pota”, obra religiosa propia de la costa levantina durante los siglos XVIII y XIX, son imágenes de vestir, generalmente para culto íntimo y doméstico. Mayoritariamente representada en su producción la figura de la Virgen María en diferentes iconografías: Dolorosa, Piedad, Carmen, Inmaculada, Divina Pastora, Asunción... Cabezas, manos y pies (de ahí su nombre) con cuerpos estilizados, levemente insinuados, estrechas cinturas, anchas caderas y teñidas de un color añil por lo general. Rafael ha creado una serie de capipotas respetando la iconografía y ciertos grafismos pero adaptándolo a su estilo, transportándolas al siglo XXI pero sin perder la esencia tradicional de su factura. Su concepción: para ser expuestas tal y como están o bien para ser revestidas, como piezas de arte o imágenes de culto.

Una vez más, Rafael, a algo tan cotidiano como eran las imágenes de devoción doméstica les ha dado ese punto "laureanista" como homenaje, agradecimiento y recuerdo de las que tuvieron un papel destacado en la decoración y devoción de cada casa.